En primer lugar una película imprescindible es la famosa comedia de Billy Wilder Uno, dos tres de 1961. El adjetivo que quizá mejor le encaje es el de "trepidante" con un ritmo frenético durante todo el largometraje. En los diálogos, que hilan toda la historia, Wilder consigue llegar al culmen de la comedia con juegos de palabras, chistes políticos y un fino uso de la ironía. Tuvo la mala suerte de que durante el rodaje, que se hacía en Berlín, se levantase el Muro así que tuvieron que trasladarse a Munich para terminar la película. Así pues muestra, en clave de humor, la situación en Berlín justo antes de que se erigiera el Muro.

Por último debo incluir en la lista La vida de los otros del 2006. Aquí el clima de opresión de la antigua república comunista se hace patente. Retrata lo que fue la Stasi, la policía política germano-oriental, a través de las acciones de uno de sus agentes al que le encomiendan vigilar a un conocido dramaturgo.
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