sábado, 25 de mayo de 2013

San Beda el Venerable, patrón de los historiadores


San Beda el Venerable (circa 672 - 735) es el patrón de los historiadores y como tal recibe un espacio en este blog. Fue un monje benedictino inglés del monasterio de Saint Peter en Wearmouth.Su fiesta es hoy, 25 de mayo.

Fue enviado voluntariamente al monasterio de Wearmouth a los 7 años de edad y se convirtió en diácono a los 19 y en sacerdote a los 30. No está clara su ascendencia noble. Fue instruido por los abades Benedict Biscop y Ceolfrid. En Wearmouth pasó su vida, siempre ocupado aprendiendo, enseñando o escribiendo, siempre celoso con sus obligaciones monásticas. Allí murió y fue enterrado, pero sus huesos fueron trasladados a la Catedral de Durham en el Siglo XI.

Beda practicó el método interpretativo alegórico y fue en cierto sentido "crédulo" con respecto a los milagros; pero en la mayoría de las ocasiones mostró un buen juicio brillante, y sus tendencias bondadosas y tolerantes, su amor por la verdad y la justicia, su nada disimulada piedad y su devoción al servicio de los demás le daban un carácter extremadamente atractivo. Es interesante añadir que Beda escribió que la tierra era redonda "como una pelota", en oposición a ser "redonda como un escudo", adelantándose al pensamiento de su tiempo.

La más conocida de sus obras es la Historia ecclesiastica gentis Anglorum, que incluye en cinco tomos la historia de Inglaterra, eclesiástica y política, desde los tiempos de César hasta la fecha de su conclusión (731). En la Obra realiza una narración histórica de Gran Bretaña durante el imperio romano, relatando de qué manera los acontecimientos políticos que sucedían en Europa afectaban al desarrollo en la isla, como por ejemplo la campaña de Atila el Huno o las invasiones de godos, visigodos y ostrogodos.

Su reedición de la Vulgata tuvo una importancia capital y se mantuvo como la versión oficial de la Biblia para toda la cristiandad occidental hasta la Reforma Protestante, aun así siguió siendo utilizada por la Iglesia Católica hasta 1966.

Como culmen podríamos decir que el Papa Francisco ha elegido un fragmento de una de sus homilías para su escudo: Miserando atque eligendo (Lo miró con misericordia y lo eligió).

Jesús Dorado Blanco

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